
La historia del departamento de Boyacá es rica y multifacética, reflejando
la complejidad de su pasado precolombino, colonial y republicano. Antes de la
llegada de los españoles, el territorio estaba habitado por los Muiscas, una de
las sociedades prehispánicas más avanzadas de Colombia, conocidos por su
organización social y sus habilidades en agricultura, tejido y minería. Con la
conquista española, el área que hoy comprende Boyacá fue conocida como la
Provincia de Tunja, administrada por corregidores y justicias mayores,
extendiéndose desde las tierras de los Muzos hasta el Lago de Maracaibo en
Venezuela. La importancia de Boyacá en la historia colombiana se cimentó con la
Batalla del Puente de Boyacá, que selló la independencia de Colombia el 7 de
agosto de 1819. Este evento histórico fue conmemorado en la Constitución de
Cúcuta de 1821, que estableció a Boyacá como departamento, integrado
inicialmente por las provincias de Tunja, Tundama, Casanare y los cantones de
Chiquinquirá y Vélez. A lo largo de los años, Boyacá ha experimentado varias
reorganizaciones territoriales y administrativas, reflejando los cambios
políticos y sociales de la nación. Hoy en día, Boyacá es conocido por su rica
historia, su cultura vibrante y el significativo aporte a la identidad nacional
de Colombia.
Durante la época precolombina, en el territorio que hoy comprende Colombia,
la enemistad entre el Zipa y el Zaque era una característica distintiva de la
organización política y social de la Confederación Muisca. El Zipa, gobernante
del Zipazgo, tenía su asiento de poder en la región de Cundinamarca y parte de
Santander, mientras que el Zaque dominaba el Zacazgo en Boyacá. Esta división
territorial reflejaba una rivalidad por el control de recursos y territorios, y
aunque ambos líderes eran considerados descendientes de deidades —el Zipa de
Chía, la luna, y el Zaque de Xuá, el sol—, sus confrontaciones eran frecuentes.
La sucesión del poder en estas culturas era matrilineal, lo que significa que
el Zipa heredaba el poder a su sobrino, el hijo de su hermana, asegurando así
la pureza de la línea sanguínea en un contexto de poligamia. Esta estructura de
poder y sucesión, junto con las diferencias en la administración de territorios
y recursos, alimentaba la enemistad entre los dos caciques más importantes de
la Confederación Muisca.
Los conflictos entre el Zipa y el Zaque, líderes de las dos principales
divisiones político-administrativas de la Confederación Muisca, se resolvían a
través de una combinación de estrategias que incluían la diplomacia, el comercio,
las alianzas matrimoniales y en ocasiones la guerra. Los muiscas tenían un
profundo respeto por los procedimientos y rituales, y se sabe que los consejos
de ancianos desempeñaban un papel crucial en la mediación de disputas y en la
toma de decisiones importantes. Estos consejos estaban compuestos por las
personas más sabias de la comunidad, quienes asesoraban a los gobernantes en
asuntos de estado y en la resolución de conflictos.
La guerra, aunque era un último recurso, también formaba parte del espectro
de soluciones. Las crónicas indican que se libraron batallas entre las partes
norte y sur de la Confederación Muisca, con el Zipa y el Zaque liderando sus
respectivos guerreros en disputas por el control de territorios y recursos. Sin
embargo, es importante destacar que la guerra no era perpetua ni constante, y
existían largos periodos de paz y estabilidad, donde prevalecían otras formas
de resolución de conflictos.
En algunos casos, los conflictos se resolvían mediante la intervención de
figuras neutrales o sagradas, como el Iraca de Suamox, quien tenía la autoridad
para mediar entre los dos gobernantes y era capaz de imponer treguas y acuerdos
de paz. Esta figura espiritual y política era respetada por ambos lados y su
intervención era un mecanismo efectivo para evitar la escalada de la violencia.
Además, los matrimonios entre las élites de los diferentes territorios eran
una práctica común para fortalecer alianzas y resolver disputas. A través de
estos enlaces matrimoniales, se creaban vínculos de parentesco que podían ser
utilizados para asegurar la lealtad y la cooperación entre diferentes grupos.
El comercio y el intercambio de bienes también jugaban un papel en la
diplomacia y en la resolución de conflictos. Los muiscas eran conocidos por su
habilidad en el comercio y utilizaban esta habilidad para establecer relaciones
pacíficas y mutuamente beneficiosas con otros grupos.
En resumen, la resolución de conflictos entre el Zipa y el Zaque era
multifacética y reflejaba la complejidad de la sociedad Muisca. Aunque la
guerra era una realidad, existían múltiples mecanismos y estrategias para
mantener la paz y la estabilidad dentro de la Confederación Muisca. Estos
mecanismos incluían la mediación de consejos de ancianos, la intervención de
figuras sagradas, alianzas matrimoniales, y el comercio, demostrando así una
sociedad que valoraba la cohesión y la resolución pacífica de disputas.
La Ciudad de Hunza
En el siglo XVI, los españoles fundaron la ciudad de Tunja sobre lo que
anteriormente era la ciudad de Hunza, la capital del Zipa (cacique) muisca.
Aunque la conquista trajo cambios significativos, muchos elementos de la
cultura muisca todavía están presentes en la ciudad actual y además fue testigo de la Campaña Libertadora liderada
por Simón Bolívar en 1819. La Batalla de Boyacá, que tuvo lugar cerca de Tunja,
marcó un hito en la lucha por la independencia y consolidó el camino hacia la
libertad de Colombia. Sus calles empedradas y monumentos ancestrales nos llevan
a una época en la que la ciudad era el centro de la cultura muisca
Gonzalo Suárez Rendón, nacido alrededor de 1503 en Málaga, España, fue un
notable conquistador español y fundador de Tunja, una ciudad importante en el
Nuevo Reino de Granada, la actual Colombia. Su vida estuvo marcada por su
servicio militar en Europa, donde participó en las guerras de Italia, Hungría,
Alemania y Francia, obteniendo el reconocimiento como capitán. La destreza
militar de este no se limitó a Europa; jugó un papel crucial en la
conquista española del pueblo muisca. En abril de 1536 se unió a la ardua
expedición encabezada por Gonzalo Jiménez de Quesada, que se embarcó desde
Santa Marta y se aventuró en la Cordillera de los Andes. El viaje estuvo
plagado de desafíos, incluidas marchas traicioneras a través de pantanos y
manglares, lluvias torrenciales y un sol abrasador. La supervivencia de la
expedición a menudo dependía de recursos escasos, lo que llevó a medidas
nefastas como el consumo de perros y caballos como sustento. El liderazgo y la
experiencia fueron fundamentales para la fundación de Tunja el
6 de agosto de 1539, una ciudad que se convertiría en fundamental para la
administración colonial española en la región. Su legado se extiende a la Casa
del Fundador Gonzalo Suárez Rendón, un museo en Tunja que preserva la historia
de la aristocracia desde los días de fundación de la ciudad y sirve como
testimonio del estilo arquitectónico del siglo XVI. La casa, construida por el
propio Rendón, fue sede de la primera reunión del Cabildo en Tunja y ha
acogido a numerosos personajes importantes de la historia colombiana. Sus
contribuciones a la conquista española y el
establecimiento de estructuras coloniales en América son partes fundamentales
de la historia de Colombia y reflejan la compleja interacción de la exploración
europea y la transformación de las sociedades indígenas.
Tunja fue escenario de la Campaña Libertadora liderada por Simón Bolívar y
fue testigo de la Batalla de Boyacá, un evento clave en el proceso de
independencia de Colombia. Aunque la conquista española trajo cambios
significativos, elementos de la cultura muisca aún están presentes en la
arquitectura y la historia, ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar
la historia precolombina, colonial e independentista de Colombia, todo en un
mismo lugar. Su rica herencia cultural y arquitectónica lo convierten en un
destino único en el país. Tunja es una ciudad que nos transporta a través del
tiempo y nos permite explorar la rica historia de los muiscas, la época
colonial y el proceso de independencia de Colombia. Sus monumentos históricos y
su legado cultural nos invitan a conectarnos con nuestras raíces y a valorar la
diversidad de nuestra historia.
Boyacá es un departamento con un legado histórico que alberga varios sitios
de gran importancia que reflejan la rica herencia cultural y su papel en la
historia de Colombia. Uno de los más destacados es Villa de Leyva, un pueblo que conserva su arquitectura colonial con
una impresionante plaza mayor y calles empedradas, ofreciendo una ventana al
pasado y una atmósfera que parece detenida en el tiempo. Otro sitio emblemático
es El Puente de Boyacá, un monumento nacional que conmemora la
Batalla del Puente de Boyacá en un evento decisivo en la lucha por la independencia
de Colombia. Además, El Parque Nacional
Natural El Cocuy presenta una belleza natural impresionante con sus picos
nevados y lagunas, siendo también un lugar de significado histórico por las
antiguas rutas indígenas que atraviesan el parque. La Laguna de Tota, el lago navegable más alto de Colombia, no solo
es un espectáculo natural, sino también un sitio de relevancia cultural por las
comunidades que han vivido en sus orillas durante siglos. Ráquira, conocido por su cerámica y artesanías, es otro punto de
interés donde se puede experimentar la tradición artesanal del departamento. El Monasterio de El Santo Ecce Homo y La Iglesia de Nuestra Señora del Rosario son
ejemplos de la influencia religiosa y la arquitectura que data de la época
colonial. Estos lugares, junto con otros muchos en Boyacá, no solo son
atractivos turísticos, sino también pilares de la identidad y la memoria
histórica de Colombia.
El libro de "Crónicas Policíacas" remplaza al anterior de "Crónicas Gendarmes" porque contiene otros relatos que antes no estaban y es único en el mercado.
También puede visitar "Libros del tercer mundo".
Compre ahora si más fácil nuestros libros. De clip en cada uno de ellos. Y listo.
Botones de mis redes sociales
El libro de "Crónicas Policíacas" remplaza al anterior de "Crónicas Gendarmes" porque contiene otros relatos que antes no estaban y es único en el mercado.
También puede visitar "Libros del tercer mundo".
Compre ahora si más fácil nuestros libros. De clip en cada uno de ellos. Y listo.
Botones de mis redes sociales