
El departamento
de Arauca, ubicado al este de Colombia en la región de la Orinoquía, posee una
rica historia que se remonta a tiempos precolombinos cuando era habitado por
diversas etnias indígenas como los araucas, yaruros, chinatos, entre otros. La llegada
de los conquistadores españoles en 1.536 liderados por Jorge de Espira y
Nicolás de Federman, marcó el inicio de una nueva era para estas tierras.
Durante el siglo XVIII la evangelización estuvo a cargo de los jesuitas hasta
su expulsión, momento en el cual los Agustinos Recoletos fueron los abanderados
en la fundación de centros catequistas. Arauca fue testigo y partícipe de la
resistencia contra el dominio español, destacándose en el movimiento comunero
de 1.781 y en la lucha por la independencia, siendo incluso capital transitoria
de la Nueva Granada en 1.816. Con la disolución de la Gran Colombia en 1.831 Arauca continuó ligada a la provincia de Casanare y posteriormente al Estado
Soberano de Boyacá. No fue sino hasta 1.911 que Arauca se segregó de Boyacá,
estableciéndose como comisaría especial y, finalmente, como departamento en
1.991. Un territorio marcado por la diversidad cultural y la tenacidad de su
gente.
Arauca, una
región de Colombia rica en cultura y belleza natural, ofrece una variedad de
atractivos turísticos que son la esencia de la Orinoquía. Entre los más
destacados se encuentra la Sierra Nevada
del Cocuy, un imponente paraje natural que ofrece avistamientos de las
diferentes especies de aves y mamiferos que son la oportunidad de ver la fauna local,
incluyendo osos y cóndores. El Puente Internacional José Antonio Páez
no solo es una estructura impresionante por su arquitectura, sino que también
proporciona una vista panorámica del río Arauca y las llanuras circundantes.
Para los amantes de las actividades acuáticas, el Acuaparque Las Toninas es una parada obligatoria, con sus piscinas
y toboganes que prometen diversión para toda la familia. Además, el Parque
Simón Bolívar y el Museo de la Cultura
ofrecen espacios para disfrutar y aprender sobre la historia y tradiciones de
la región. Estos sitios, junto con la hospitalidad de su gente, hacen de Arauca
un destino turístico que invita a ser explorado.
La gastronomía de
Arauca es un reflejo de su rica cultura y la abundancia de recursos naturales,
ofreciendo una variedad de sabores que deleitan el paladar. Los ingredientes
más importantes incluyen el cacao, el plátano, la yuca, el arroz, el maíz y una
diversidad de frutas, que son la base de muchos platos tradicionales. Entre las
recetas más emblemáticas se encuentran las hallacas, un plato festivo que
refleja la influencia de la cocina venezolana, y el picillo de pescado, un
plato emblemático de la región de Arauca, que se prepara tradicionalmente con
pescado salado. Este puede ser de diferentes tipos, pero comúnmente se utiliza
bacalao o algún pescado de río que sea abundante en la zona. El proceso de salado
del pescado no solo es una técnica de conservación, sino que también aporta un
sabor distintivo al plato. Es importante mencionar que el tipo de pescado puede
variar según la disponibilidad local y las preferencias personales, lo que
permite una cierta flexibilidad en la receta y la oportunidad de experimentar
con diferentes sabores. La carne asada y el Chigüiro, o capibara, son también
especialidades de la zona, mostrando la importancia de la ganadería y la caza
en la dieta local.
Además de estos
platos principales, Arauca ofrece cachapas, capón de ahuyama, palmiche y
picadillo, que son ejemplos de la fusión de técnicas culinarias indígenas y
europeas. El sancocho de gallina, un caldo rico y nutritivo, y las pericazas,
son platos que reflejan la tradición y el calor de la cocina casera araucana.
Entre las bebidas, el majule, vinete y abasute son populares, cada una con un
sabor único que complementa la experiencia gastronómica.
Para los amantes
de los dulces, el postre más tradicional es el dulce de huevos de tortuga, una delicia que muestra la
creatividad y el uso de ingredientes locales en la repostería de Arauca. Esta
cocina, influenciada por la ganadería y los cultivos locales, es una ventana a
la identidad y la historia de la región, invitando a todos a explorarla a
través de sus sabores auténticos y sus platos llenos de tradición.
El picillo de pescado es un plato tradicional de Arauca que destaca por
su sabor y sencillez en la preparación. Para comenzar, es esencial desalar el
pescado, lavándolo cuidadosamente para eliminar el exceso de sal. Una vez
desalado, se procede a sancochar el pescado en agua fresca durante
aproximadamente 15 minutos. Tras la cocción, se retira el pescado del agua y se
desecha el líquido. El siguiente paso es desmenuzar o machacar el pescado hasta
obtener una textura adecuada para mezclar con el guiso.
El guiso,
elemento clave en este plato, se prepara con ingredientes frescos y aromáticos
como cebolla larga, cebolla blanca, ajo, ají, cilantro, achiote y tomate, que
se sofríen hasta alcanzar el punto de cocción deseado. Una vez listo el guiso,
se combina con el pescado desmenuzado y se calienta en una sartén, integrando
todos los sabores.
Para aquellos que
disfrutan de variaciones en la receta, existe la opción de preparar el picillo
en perico, que consiste en añadir huevos batidos al picillo ya preparado y
freírlos hasta que estén bien cuajados. Esta versión ofrece una textura y sabor
distintos que enriquecen la experiencia culinaria.
El picillo de
pescado se sirve tradicionalmente con acompañamientos como charapas, que son arepas delgadas típicas de la región,
complementando así la riqueza de sabores del plato principal. Esta receta no
solo es un deleite para el paladar, sino también una expresión de la cultura y
tradición gastronómica de Arauca.
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