Chapinero


Con la llegada de los conquistadores y su poblamiento en el actual parque de Santander y sectores aledaños a la Plaza de Bolívar donde se constituiría la Calle Real como eje principal del centro de la ciudad, que se extendía por el Camino a Tunja que comunicaba a Santa Fe con los municipios y provincias del norte, y que luego sería remplazado por la actual carrera séptima. Un sector que desde 1.812 comenzó a poblarse por alfareros y artesanos tras la independencia como un proyecto de barrio satélite, conocido con el nombre de Villorrio por ser una población pequeña y poco urbanizada. Abarcaba el legado de un zapatero gaditano que según parece a pesar de que se digan otras teorías que no concuerdan con los hechos históricos, llegó con las tropas de Gonzalo Jiménez de Quesada, llamado Antonio Hero Cepeda, quien al casarse con la hija del cacique Usaquén, heredó el terreno que abarca desde el río Arzobispo hasta la quebrada El Chicó, y desde los cerros orientales hasta lo que es hoy la carrera 30 conocida también como NQS por estar constituida de tres avenidas: la Avenida Novena en el Norte, la Avenida Ciudad de Quito en su parte central y la Autopista Sur que junto con esta última y la Autopista Norte, es considerada como parte del trayecto de la Carretera Panamericana en Bogotá; y que junto con El Lago y Chicó, constituyen lo que hoy es Chapinero. La fama de su nombre es debido a la trascendencia que tuvo la fabricación y comercialización en Santa Fe por Antonio Hero Cepeda de unos suecos ya conocidos en la Europa de entonces para las mujeres, usados desde la época hispánica romana para ir a actos públicos, y mencionados por escritores en el Siglo de Oro, incluso por el mismo Miguel de Cervantes Saavedra, llamados Chapines el mismo nombre que algunos utilizan para los nacidos en Guatemala, y también para unos Zapatos hechos de madera o de corcho y sin talones, cuya suela era bastante gruesa o elevada, ajustados por cordones, y cubiertos a veces en la parte delantera de los dedos de los pies, que las protegían de los lodazales, y que hicieron famoso al sector, en los tiempos que abundaban la proliferación de charcos y lodazales, dado el ingenio del comerciante andaluz que logró comercializarlos y hacer famoso el lugar donde los fabricaba. Es así que mediante el acuerdo del 17 de diciembre de 1.885 se adoptó el nombre de Chapinero por la notoriedad de su nombre a través de todos esos años en que fue construyendo dicho barrio y su relación con la ciudad. Ya para esos años la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes se había inaugurado en 1.875 aunque solo hasta el siglo XX se construiría su torre central lo mismo que para 1.876 comenzarían a circular carros tirados por caballos, los famosos ómnibus de la época que iban desde Usaquén a la Plaza de Bolívar pasando por la Alameda Vieja dando así paso a la actual carrera 13, muy al estilo de lo que sucedió en Europa en que según Vanderkamen, historiador de don Juan de Austria, supone que "el primer coche que anduvo por estos reinos (España) fue el que trajo en 1554 Cárlos Pubest, criado del emperador Carlos V". La importancia de Chapinero fue tanta, que el 1o. de diciembre de 1.884 fue el destino de la primera linea del tranvía de mulas de la ciudad y del país que salía del puente de San Francisco (Cra.7 con calle 15) que ayudó a consolidar el caserío como zona de paso obligado y corredor vial, un tranvía conformado por pequeños vagones que rodaban sobre rieles y ruedas de madera jalonados por dos mulas en la misma fecha que se instaló el primer aparato telefónico del país en la oficina de los señores Gonzales Benito Hernández en el centro de Bogotá conectado con otro de Chapinero, dando así inicio al servicio de teléfono, lo mismo que en 1.888 se estrenara el servicio de acueducto, y en 1901 se encendieron las primeras bombillas eléctricas en el sector y en todo Bogotá para que en 1.920 se electrificara el tranvía que era la ruta más popular, que terminaba en la calle 67 con 13 cuando ya para ese entonces en julio de 1.890 se había abierto un poco más hacia el occidente la Avenida Caracas donde se tendió la linea Norte del Ferrocarril que por el sur llegaba hasta la Estación de la Sabana en la Avenida Jiménez y por el norte llegaría hasta Boyacá y Santander. La guerra civil de los  mil días entre 1.899 y 1.902 retrasaría los cambios que se veían venir, por que las migraciones de los campesinos y sus familias que se asentaron en los cerros orientales del norte en la búsqueda de trabajos en los chircales de las fabricas de ladrillos y en las industrias de la construcción, tanto así que todavía dichas fabricas sobre los cerros se siguen dando también en el sur desde el 20 de Julio hasta el final de la Avenida Caracas,  La afluencia de todas estas migraciones hicieron que Chapinero a mediados del siglo XX siendo todavía un sector residencial se trasformara en Comercial en la misma época en que el movimiento de los Nadaistas con Gonzalo Arango a la cabeza genera entre la juventud sentimientos de cambio donde los Hippies y otros movimientos culturales le dieron trascendencia al sector. Y así durante todo este tiempo, Chapinero ha sido parte del desarrollo integral de Bogotá y fuente de la misma cultura que se ha gestado e influido en toda Colombia.