Bogotá y la historia de sus nombres

Bogotá y la historia de sus nombres

Nuestra Señora de la Esperanza fue el primer nombre dado por los españoles a Bogotá, y es muy probable que sea en el mismo sitio que servía de recreo al Zipa a donde está el Chorro de Quevedo, y que fue cambiado por el de Santa Fe -Santafé- ya que a Gonzalo Jiménez de Quesada todo el territorio que descubrió y abarcó para cristianizar y dejar su legado, y que estaba flanqueado por los ríos que luego fueron llamados por los frailes de San Francisco y San Agustín, se le parecía no solo a los valles de su tierra natal de la Granada morisca en España, tanto así que para distinguirla con su nombre hubo la necesidad de agregarle a Santa fe el de Bogotá que era el nombre ancestral de la confederación del Zipa.

Lo que comenzó con doce bohíos en homenaje a los doce apóstoles de Jesús, y que algunos dicen que no fue así lo que quiso insinuar don Gonzalo Jiménez de Quesada con su construcción, sino a las doce tribus de Israel, ya que se habla de un posible origen judío del conquistador que como converso, desde el reinado de Isabel la Católica los obligaba a convertirse al catolicismo; y que seguramente en homenaje a ese recuerdo le dio el mismo nombre que los Reyes Católicos dieron de Santa Fe al sitio donde se instalaron para dirigir la expulsión de los Moros de Granada de la España de esa época, cosa que a su vez estos lo hicieron en homenaje a esta santa francesa que fue quemada viva en los años de la persecución a los cristianos, y que durante siglos fue imprescindible para los creyentes que iban a visitar Santiago de Compostela.

Entre Bogotá y Santa Fe, esta ciudad ha sido conocida entre los linajes indígenas de uno, y el colonizador del otro. Las constituciones que ha través del tiempo ha tenido esta ciudad la han llamado indistintamente a pesar que Bogotá ostenta el titulo republicano inspirado en la lucha de la independencia en homenaje al legado indígena al lado de los cerros de Guadalupe y Monserrate, y la de Santa Fe o Santafé también se ha quedado para reconocerla en el mundo por la importancia que tiene en el continente suramericano.

En todo el periodo Colonial se le denominó Santa Fe, así como sus primeros fundadores lo hicieron hablando de los Bacataes del vocablo Muisca de donde proviene el de Bogotá. Solo hasta 1.819 su nombre fue cambiado por el de Bogotá, lo mismo que se hizo con Funza a la que antiguamente se le llamaba Bogotá; y que a su vez en el congreso de Angostura en 1.821 hubo que agregar el de Santa Fe, y que en la última Constitución de 1.991 se recogieron ambos nombres en uno, hasta que en el 2.001 quedó como el que actualmente tiene, sin que para los que la conocen o saben de su existencia, indistintamente es conocida por el común de las gentes como Santa Fe de Bogotá, tal vez porque las costumbres e historias de los personajes que la han habitado trasciesnden igual que los nombres de otras grandes ciudades cosmopolitas del mundo.


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