
El departamento de Putumayo, ubicado en la región amazónica de Colombia,
tiene una historia rica y diversa. Antes de la llegada de los colonizadores
españoles, el territorio estaba habitado por diversos grupos indígenas como los
Cofán, Tukano, Camsá, Inga, Siona y Coreguaje. En 1.492 parte del territorio
Kamentsá fue conquistado por el Inca Huayna Cápac, y posteriormente, en 1.542 los españoles tomaron control de la región. La colonización española trajo consigo la explotación de recursos naturales
y el sometimiento de los pueblos indígenas, quienes fueron obligados a trabajar
en encomiendas y misiones religiosas. Durante este período, la Iglesia Católica
desempeñó un papel fundamental en la evangelización y en la organización social
de la región. Los capuchinos catalanes, por ejemplo, establecieron misiones en
el Putumayo con el objetivo de "civilizar" a los indígenas y expandir
la frontera cristiana; lo que tuvo un impacto devastador en los pueblos indígenas, afectando su cultura, territorio y bienestar que afectaron sus formas de vida tradicionales. La llegada de los
españoles trajo consigo la explotación de recursos naturales y la imposición de
nuevas estructuras sociales y económicas.
A lo largo del siglo XIX el territorio del Putumayo fue objeto de disputas
territoriales y conflictos entre colonos, indígenas y el Estado colombiano. La
expansión de la frontera interna y la penetración del piedemonte amazónico
fueron impulsadas por políticas gubernamentales y por la acción de las misiones
religiosas. Este proceso de colonización sentó las bases para la integración
del Putumayo en la estructura nacional de Colombia; así también uno de los episodios más trágicos que le
sucedieron fueron la explotación del caucho en la Amazonía, liderada
por la Casa Arana, que resultó con el genocidio de miles de indígenas. La
violencia extrema, el trabajo forzado y el desplazamiento marcaron esta época,
dejando cicatrices profundas en las comunidades. A pesar de estos abusos, los
indígenas han luchado por la recuperación de su territorio y el reconocimiento
de sus derechos, logrando avances como la creación del Resguardo Predio Alto
Putumayo en 1.988.
Hoy en día, las comunidades indígenas continúan enfrentando desafíos como
la explotación de recursos, la falta de consulta en decisiones gubernamentales
y la presión de corporaciones multinacionales, y la penetración de diversos grupos armados que han evitado la estabilidad de esta región. Sin embargo, han mantenido su
resistencia y han trabajado para preservar su cultura y territorio.
Mocoa, la capital del Putumayo se encuentra en
un punto estratégico de la geografía, al unir el país amazónico con el de los
Andes. Desde su fundación en 1.563, cuando Gonzalo de Avendaño llegó allí, en
su travesía por encontrar “El Dorado”, y abatido por el clima selvático y los
indígenas que rechazaban a los nuevos visitantes, se convirtió en un punto de
referencia para la colonización y el extractivismo, pero también, el lugar
donde la cultura occidental ha aprendido a reconocer y a encontrarse con el
mundo indígena y la selva amazónica. Su fundación bajo el nombre de San Miguel de Ágreda de Mocoa en
honor al Arcángel San Miguel. Sin embargo, antes
de su consolidación como ciudad, la región ya era habitada, y había sido
escenario de varios intentos de asentamiento. Desde sus inicios, enfrentó
desafíos, incluyendo ataques de indígenas no contactados, quienes destruyeron
repetidamente los intentos de fundación. En 1.630 los indígenas andaquíes incendiaron el poblado
casi por completo, lo que llevó a su traslado a una ubicación más estratégica.
A pesar de estos obstáculos, la ciudad logró establecerse y convertirse en un
importante centro comercial en el siglo XIX. Y lo mismo que sucedió con los desastres naturales recientes en 2.017 adonde una devastadora
avalancha afectó la ciudad, causando pérdidas humanas y materiales significativas.
Este evento resaltó la resiliencia de la comunidad y la necesidad de medidas
preventivas, en donde ha demostrado una capacidad de adaptación
impresionante a lo largo de los siglos.
Durante la colonia, Putumayo estuvo ligado a Popayán y formó parte del
Departamento de Azuay, que incluía territorios de Ecuador y Perú. Tras la
desintegración de la Gran Colombia en 1.830 continuó perteneciendo a la
Provincia de Popayán, que en 1.857 fue anexada al Estado Soberano del Cauca.
Con la reforma constitucional de 1.886 pasó a llamarse departamento.
En 1.905 se creó la Intendencia del Putumayo, pero en 1.909 fue integrada a
la Intendencia del Caquetá. En 1.912 se
estableció la Comisaría del Putumayo, que adquirió autonomía territorial al año
siguiente. Entre 1.953 y 1.957 debido a
disturbios públicos, fue fusionado con el Departamento de Nariño, pero en 1.957
recuperó su estatus como Comisaría Especial del Putumayo. Finalmente, en 1.991
se convirtió en el Departamento del Putumayo, con Mocoa como su capital.
El nombre del departamento proviene del río Putumayo, que en quechua
significa "vasija de agua frutal". Su historia refleja una mezcla de
influencias indígenas, incas, coloniales y republicanas que han dado forma a su
identidad actual. Así como Putumayo y Mocoa muchos pueblos indígenas en América Latina y el mundo han sufrido impactos
similares debido a la colonización. En Colombia, además de los pueblos del
Putumayo, otros grupos como los Muisca, Zenú, Wayuu, Kogi, Arhuaco, Emberá y
Nasa enfrentaron la pérdida de territorio, la imposición de la religión
católica y la explotación laboral en encomiendas y minas.
A nivel continental, los Aztecas en México, los Incas en Perú, los Mapuches
en Chile y Argentina, y los Taínos en el Caribe fueron sometidos a procesos
similares de conquista y colonización. La llegada de los europeos trajo consigo
enfermedades devastadoras, desplazamientos forzados y la imposición de nuevas
estructuras de poder que alteraron profundamente sus sociedades.
A pesar de estos desafíos, muchas comunidades indígenas han resistido y han
trabajado para preservar su cultura, idioma y tradiciones. Hoy en día,
continúan luchando por el reconocimiento de sus derechos y la protección de sus
territorios.
Orito es un territorio que han ocupado
diferentes culturas indígenas desde mucho antes de la llegada de los españoles.
Los Cofán, los Inga, los Siona, los Kamentsa y los Coreguaje, tienen profundos
conocimientos de la flora del piedemonte amazónico, sobre todo para usos medicinales,
lo cual tiene un valor cultural que hoy se trata de preservar. Originado de un
campamento petrolero a mediados del siglo XX con la llegada de personas de todas las
regiones del país, pero principalmente del Nariño, por la oferta de empleo y
servicios que esta actividad da, y se convirtió en el tercer municipio con
mayor población del Putumayo. Hoy El Paraíso
Amazónico, como popularmente se le llama a este municipio de Putumayo,
busca armonizar el conocimiento ancestral, el esplendor de sus ecosistemas de selva,
piedemonte, bosque andino y páramo con las necesidades económicas de sus
pobladores.
Puerto Asís fundado
por los misioneros capuchinos sobre el río Putumayo a inicios del siglo XX cogió importancia para el país al convertirse
en el centro de operaciones durante la guerra con Perú. Por esta razón el
municipio cuenta con aeropuerto siendo el principal puerto del Putumayo, desde
donde se establecen relaciones comerciales con Ecuador, Perú, el departamento
del Amazonas y, por ende, de Mocoa. Hoy es el de mayor población de toda la
región amazónica de Colombia, y cuya actividad económica se relaciona con el
uso del bosque, la ganadería y el comercio.
Puerto Caycedo es producto del camino de herradura
construido para unir Mocoa con Puerto Asís, hizo que pequeños asentamientos
dispersos que existían a su margen, prestaran servicios de hospedaje y
alimentación. Los comerciantes y viajeros, fueron permaneciendo cada vez más
tiempo, hasta constituir lugares de vivienda permanente, y así durante la segunda mitad del siglo XX Puerto Caicedo se fue convirtiendo en un
pueblo a orillas de río Putumayo.
Puerto Guzmán está ubicado sobre el río Caquetá, al
norte del departamento del Putumayo y a dos horas de Mocoa por carretera. Esta
vía es muy reciente, siendo una construcción comunitaria que gracias al impulso
de uno de los fundadores del puerto, Don Jorge Julio Guzmán,quien junto a dos amigos vallunos, llegaron al
Putumayo con la idea de una amazonía baldía y de tierras vírgenes, qué pronto se
encontraron aislados y sin recursos, donde solo el señor Guzmán quien resistió,
y por lo cual la junta le otorgó el nombre del pueblo en su honor.Hoy el
principal puerto del Putumayo sobre el río Caqueta.
Puerto Leguízamo fue fundado por misioneros capuchinos a
inicios del siglo XX sobre el río Putumayo, inicialmente tenía el nombre de
Caucayá, pero cambió su nombre por el apellido de un soldado herido en la
guerra con Perú. Ubicado entre los ríos Putumayo y Caquetá, limita con Ecuador,
Perú, el departamento del Amazonas y el Caquetá. Es el municipio más extenso
del Putumayo. El Parque Natural Nacional La Paya ocupa cerca de la mitad de
este territorio, y fue creado con el fin de proteger los hermosos paisajes, las
innumerables especies de flora y fauna y las manifestaciones históricas y
culturales de esta parte del Amazonas, además cuenta con aeropuerto y gente
emprendedora, que lo convierte en un escenario propicio para el ecoturismo y la
investigación ambiental. El paso fronterizo que existe en este municipio lo convierte en un sitio
estratégico para la región, al tener un constante intercambio comercial y
cultural con el Ecuador.
San Miguel, creado en 1.994, cuya cabecera municipal
es La Dorada, tiene hermosos paisajes amazónicos que transcurren a lo largo del
río del mismo nombre.
Valle del Guamuez creado sobre el valle que forma el río Guamuez desde alturas de
páramo hasta encontrar las planicies amazónicas, era un espeso bosque lleno de
animales salvajes, reptiles venenosos e insectos, lo que lo hacía un lugar casi
impenetrable para los colonos. Solo la ambición que generó el caucho y el oro
o, como en el caso del señor Emiliano Ospina, desesperado buscando al Curaca
Mario Queta, para que curara a su esposa, se atrevieron a entrar. Este último
agradecido por la salud otorgada, se quedó a vivir formando un pequeño poblado
que llamó La Hormiga. Hoy los Valleguamuenses son orgullosos de sus orígenes indígenas (Cofanes
principalmente) y colonos, aunque tienen en el petróleo su principal sector
económico, propenden por mantener vitales sus hermosos ecosistemas.
Villagarzón, corregimiento de Urcusique perteneciente
a Mocoa, decidió en 1942 volver a reconstruirse por iniciativa del coronel
Julio Garzón Moreno, pues donde estaba no era apto para seguir urbanizándose,
por ser una zona ondulada. Cuando se creó el municipio, pasó a llamarse on el
mismo nombre en honor a dicho coronel. Este es el cuarto municipio creado en
Putumayo y el primero que generaron civiles (los anteriores fueron creados por
misiones religiosas). Situado a solo 40 minutos de Mocoa, cuenta con el aeropuerto
por el que se accede vía aérea a la capital del Putumayo, esto le permite ser
un lugar importante en la economía del departamento, además de contar con una
producción agrícola amazónica y de piedemonte.
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