Solo se habla de reformas y las discusiones que han generado en los grupos políticos son tan exacerbadas que acostumbrados a como estábamos con los gobiernos anteriores que generaban conformismo en la mayoría de los bandos políticos que en ese entonces gobernaban, mientras la oposición reclamaba porque no era justo de que nunca se les escuchara, ya que solo oíamos las diatribas de estos que sin conseguir un gesto de sinceridad para con sus gobernados, y aprobaban todo lo que deseaban con sus ínfulas de poder, para dar el visto bueno a todo lo patrocinado por nuestros gobernantes que para mas señas hubo un ministro que nos dijo que nada de los precios subiría, y al poco tiempo todos estaban por las nubes en medio de las protestas ciudadanas, y a quien como premio se le dio el manejo del banco emisor gracias a sus mentiras, hasta que perdimos la cuenta de sus actos que todavía no sabemos nada de lo que realmente pasó porque ha sido como la historias que se las lleva el viento. Y todo esto en el gobierno que detrás de sus actuaciones que en apariencia las reformas han sido en beneficio de los ciudadanos, aunque según el vulgo ha sido en provecho de unos pocos. La llegada de Petro gracias a la alta votación de los jóvenes y de los que participaron en las refriegas de los últimos paros acaecidos en el país con un sin número de muertos, el desprestigio y la inconformidad, hicieron que los sueños de un cambio social y político llevaran al triunfo electoral de Petro y la vicepresidente Francia Márquez que junto con la mayor parte de sus seguidores no han hecho más que tratar de llevar las ideas de sus sueños a la práctica sobre los cambios necesarios para erradicar la pobreza, fuera de lo acaecido con sus políticas de la paz total le han llevado a la inconformidad de los opositores que seguramente mal hayan las consecuencias de sus propios actos que los llevaron a su destino de perdedores por la forma en que disfrutaron de los gobiernos anteriores en beneficios propios, y claro que reconociendo lo poco bien que pudieron hacer con sus obras para el país. Son los tiempos de las reformas como lo fue la tributaria y la actual reforma a la salud y del trabajo, que nos auguran más controversias y dislates de un gobierno que está generando cambios que en otros tiempos como lo fueron las políticas de la Revolución en Marcha de Alfonso López Pumarejo, que hizo grandes reformas en su primer gobierno y que en su segundo mandato sucumbió porque parte de sus mismo partidarios se opusieron a dichos cambios, y que hoy sin querer decir que son los mismos, llevan el peso de una historia truncada para una amplia población necesitada que espera ver realidad los sueños que nunca han logrado conseguir, como el de una seguridad económica y una paz duradera en beneficio de un mejor país del que tenemos. Y quiera la buena suerte que los que se oponen a las reformas logren conciliar para el beneficio de las clases más necesitadas como lo somos la inmensa mayoría de los que componemos este país, de una Colombia y un mundo necesitado de mejores gobernantes, y de unos pueblos más conscientes de sus verdaderas necesidades.