La avenida Caracas o carrera 14 es una de las más antiguas que tiene Bogotá y fue diseñada por Pedro Nel Gómez y comunicaba a la capital con Chapinero llegando a los municipios del norte de la sabana y que de las obras de la era del ferrocarril se pasó a la construcción de las grandes avenidas, y lo que sucedió con la eliminación del ferrocarril fue que dio paso la construcción de La Caracas en 1.930 intervenida por el arquitecto austriaco y urbanista Karl Bruner, quien hizo el trazado de la vía, y otorgado su nombre en homenaje a los próceres y libertadores colombianos y venezolanos,
De acuerdo con lo dicho anteriormente en todo el sector histórico de la ciudad se encuentran calles que recuerdan emociones y situaciones humanas como lo son las Calle del Amor, La Esperanza, del Agrado, La Alegría, La calle de la Fatiga, Cara de Perro, el Patio de las Brujas, del Divorcio, Las Culebras, El Pecado Mortal, y que para los que habitan o han andado por esas calles de historias son tan comunes para los peatones que las transitan con frecuencia, y que la gran mayoría de los bogotanos desconocen sus orígenes, y si acaso algunos de casualidad solo saben que sus nombres son las reminiscencias de lo que fue en otra época. La calle del pecado por ejemplo que conseguí en varias publicaciones por internet se llama así, porque allí hubo una cárcel de mujeres en la carrera 8 con calle 10. En la carrera 4 entre calles 10 y 11 está La Calle de la Rosa que alojó en una de sus casas a Juan Francisco Sámano, el último Virrey de La Nueva Granada.
Y claro que vuelvo y repito que esta segunda parte de este blog por lo intrincado, a pesar de conocer las calles en el sector histórico, hay nombres que uno conoce por los archivos, y solo por la finalidad de informar desde el punto de vista histórico, para recalcar que en parte los nombres de estas proceden de lo que sucedió en algún momento con los apellidos de las personas, que en cuanto a los de los conquistadores españoles, obedecían a alguna relación en particular con una región, y lo que representaban dichos nombre en esa zona en particular, algo así como el de la Calle Sola correpondías a la calle 12 entre carreras 1a. y 2a. porque a principios del siglo pasado era poco habitada y desierta, o la del Silencio en la carrera 5a. entre calles 21a. y 22, debido a que en los tiempos de la Colonia era la más silenciosa, o la de los Herreros en la carrera 6a. entre calles once y doce donde se establecieron las primeras herrerías de Santa Fe.
Todavía existen calles con nombres de santos por el fervor religioso de la época como las de San Andrés, Santa Ana, San Bruno, Santa Isabel, Santa Bárbara, San Raimundo, Santa Martha, Así también la del Mal Ladrón y del Panteón. Tanto que es muy difícil localizar hoy las calles numeradas con los nombres de pila. La calle del Pecado Mortal que antes dijimos en la calle 21 con carrera 1a. y 3a. se debe el nombre a un viejo que usaba una capa larga y un sombreo chambergo que durante años andaba y pernoctaba por las calles a altas horas de la noche . Siempre llevaba en la mano una linterna que hacía sonar una campanilla, y con voz hueca pedía limosna a los que estaban en pecado mortal, que para esos años eran muy diferentes las formas que tenemos de pensar sobre estas situaciones de amor entre los jovenes. Muy conocido en las viejas crónicas, fue el terror de los muchachos, a los que cada noche pedía limosnas y llenaba sus bolsillos, con las monedas de la caridad y con el propósito de curar a los enfermos del alma.