La Plaza de Bolívar de Bogotá
La Plaza de Bolívar de Bogotá es la más importante que tiene el país, dada su trascendencia a través de la vida republicana desde el triunfo del Ejército libertador, y mucho antes en la época de la Colonia. Fundada como Plaza Mayor por don Sebastián de Belalcázar el 27 de abril de 1.539 ha tenido diferentes nombres y usos de su suelo, además que albergó lo mismo que en toda la sabana en su momento, animales de pastoreo de cerdos y caballos. Un lugar que sirvió de acopio de los productos agrícolas de los campesinos como plaza de mercado y también de parqueadero publico en la década de los 50 del siglo pasado tras el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán.
Muy al estilo de las fundaciones y usanzas de los pueblos ibéricos, y sobre todo de los antiguos pueblos del sur de España de donde provinieron gran parte de los primeros colonizadores, con unos trazados y archivos que se inmolaron en el primer gran incendio que hubo en su tiempo, recién pasado el periodo colonial, en donde funcionaron las Galerías de Arrubla además que en el segundo piso estaban los archivos de La Colonia que contenían las actas y planos españoles de la fundación de la ciudad; y hecho a propósito por un ciudadano y comerciante alemán, muy posiblemente para lucrarse.
Estaba ubicada en el centro de la ciudad, y tenía en el eje central una columna de madera que servía de Picota pública en representación del Rey de España, que funcionó hasta que el oidor Alonso Perez de Salazar en 1.583 solicitó su remplazo por una Fuente Pública para que sus habitantes recogieran el agua necesaria para su uso, y muy conocida por los bogotanos en su tradición como "El Mono de la Pila" que hoy se encuentra en el Museo de Arte Colonial .
Después de la independencia en 1.821 se comenzó a llamar como La Plaza de la Constitución, aunque la tradición popular la siguió llamando como antes hasta que el 20 de julio de 1.846 el Congreso de la República ordenó la ejecución de una estatua de bronce de Simón Bolívar que se protocolizó con el acuerdo del 20 de julio de 1.847 y el acuerdo No. 7 del 18 de junio de 1.883 en remplazo de la antigua pila de agua, siendo prohibido el uso público como plaza de mercado, y la celebración de las fiestas de toros en 1.861, dada la importancia que tenía y ostenta en la historia de Colombia.
A su alrededor se fueron erigiendo las construcciones arquitectónicas más importantes que tiene el país y que representan el legado cultural e histórico que son el patrimonio atesorado a través de los siglos a donde confluyen no solo las características arquitectónicas que influyeron en su momento, si no también la forma de pensar de los que dirigieron y han orientado no solo este país, sino también su influencia en los destinos de América en su conjunto, No en vano las ideas libertarias que preconizaron Antonio Nariño, Policarpa Salavarrieta, Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander, José Tadeo Lozano, Tomás Cipriano de Mosquera, Murillo Toro, y tantos otros que han influido en nuestro bagaje como identidad social e histórica que incluyen nuestras contradicciones como colombianos, y nos recuerdan que en esta plaza cada una de sus edificios donde funciona el Capitolio Nacional, el Palacio de Justicia adonde funcionó otro que fue destruido con la toma del M-19, El Palacio Liévano donde está la Alcaldía Mayor, Catedral Basílica Metropolitana y Primada de la Inmaculada Concepción y San Pedro de Bogotá, la Casa del Cabildo Eclesiástico,, el Colegio Mayor de San Bartolomé de los Jesuitas, en donde cada uno de ellos, lo mismo que La plaza de Bolívar son Monumentos Públicos, iguales qu otros que rondan en " La Candelaria" como las iglesias y todos los museos que allí existen, hacen que se agolpen los recuerdos de los personajes de un país, sin olvidar que lo mismo sucede con Cartagena y Tunja como otras poblaciones que refrescan todos los triunfos y fracasos de nuestros gobernantes, y de los pueblos que muchas olvidan el destino que deben seguir sus dirigentes para que sirvan como legado de inspiración a las futuras generaciones. Por sus calles como la del Cansancio, las Culebras Santa Isabel, la del Pecado Mortal, o la del Silencio, como las de muchas otras en aquel sector de La Candelaria que rodea a la Plaza de Bolívar, esta cargado de historia y cultura, a donde todavía podemos sentir que allí está toda trajinar histórico de Colombia como nación, por no de decir que de gran parte de nuestra América.